La realidad que surge del Índice es aleccionadora. Como era de esperar, ningún país ha obtenido la calificación máxima. De hecho, la puntuación máxima alcanzada este año en el Índice –asignada a Noruega— sólo llegaba a 74/100. Ello obedece a que, pese a los compromisos de los países por alinear del mejor modo las políticas sobre drogas con los derechos humanos,